martes, 12 de enero de 2016

O TANQUES O REFERÉNDUM



Leído así el titular puede parecer exagerado, que lo es, pero la exageración responde perfectamente a las cortas miras de la dirigencia política española frente a la deriva independentista catalana. Por suerte o por desgracia, la clase política española nunca se atrevería a intervenir militarmente en Cataluña. Son demasiado melindres para eso y cuidado que estarían legitimados ante la opinión pública "española" e internacional. Pero no hay arrestos, ni es la solución requerida. ¿Por qué hablo de tanques entonces? Porque es la forma irónica de reírme de esos y esas que nos dicen representar y que están dando la nota a cada intervención. Comenzando por el primero de todos y todas, el presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy. Si la solución al problema catalán es lo que nos están contando mejor que piensen en los tanques que serían más molestos pero más eficaces. ¡Qué poca talla política están demostrando! 

El presidente plasmagórico en funciones ha advertido al Parlament y al nuevo president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que va a hacer todo lo que la ley le permite para interrumpir el proceso secesionista. Vamos que denunciará al Tribunal Constitucional las resoluciones que tome la cámara catalana en la creación de una estructura estatal y las proclamaciones independentistas. ¡Como si a los independentistas les importase eso! ¡Si ya se han pasado por el forro la inconstitucionalidad de la primera proclama! Vamos la panacea ha encontrado el lector del Marca. Además, desde ABC y La Razón, obviamente, claman con fervor en favor de la aplicación del artículo 155 de la constitución española.
Artículo 155
    1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
    2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.

Vamos en ningún momento dice que se disuelva la Comunidad en sí, ni el parlamento catalán. Por lo tanto, seguirían funcionando y avanzando en el proceso según marca la famosa hoja de ruta. Porque las obligaciones las van a seguir cumpliendo hasta el penúltimo día. Y habría que preguntarse si los mossos d'esquadra pasasen a control estatal ¿acatarían las órdenes del gobierno central? Que esto no es "¡Ahora soy jefe yo y me hacéis caso!" señores y señoras del gobierno. La situación no es tan simple o sencilla como parece anidar en las cabezas del gobierno y otras. Quitar las atribuciones que permite la constitución no evita la deriva iniciada, es más, la podría fomentar más. Y además se permiten el lujo de no establecer ningún tipo de diálogo o de acercamiento para ver si existe una posible solución al conflicto fuera de la llamada legalidad. Mejor vamos viendo si los tanques están disponibles ¿no?

Vayamos al campo de la oposición en funciones. Inés Arrimadas (esta chica tiene soluciones siempre iguales para todo) es otra buena muestra de que la "nueva política" es casi peor que la vieja. Ni ideas, ni talla política, ni soluciones. En su discurso en el parlament reprochó al, ahora, president Puigdemont por unos twits y unas declaraciones en los que calificaba a las tropas italianas y alemanas de invasoras de la península durante la guerra civil. Es que lo eran señora. Ella quería hacer ver que se refería a los españoles y, además (miren que ataque tan duro), le reprendió por decir viva Catalunya Lliure. Los independentistas, por si no se ha dado cuenta aún, quieren una Cataluña libre, señora Arrimadas. Pero no para aquí la ilustre jefa de la oposición catalana. Las entrevistas tanto en Tele5 como en Antena 3 nos mostraron cuál es la solución que tiene ella y su gente de C's para el problema catalán: ¡Aplicar el programa de C's! A saber, acabar con la corrupción, reformar la constitución (por cierto, C's no lleva ningún tipo de encaje de las realidades nacionalistas en su programa) y cambiar el sistema político. Si la han escuchado las gentes de CDC, ERC y la CUP las risas deberían seguir escuchándose. Vamos que el programa de C's es el bálsamo de fierabrás que todo lo cura. Miedo me dan estas personas sin talla, ni ideas para solucionar los problemas, ni nada de nada. Solo marketing. ¿Hay bastante gasolina para los tanques?

Y ¿qué decir del PSOE? Por un lado, tenemos a la condesa-duquesa de San Telmo y sus conmilitones baroniles presentándonos un discurso carpetovetónico y de aferramiento a la Constitución como salvaguarda de la patria española, impresionante las declaraciones de García-Page afirmando que si Cataluña se va es como si él perdiese un brazo (habría que decirle que si está gangrenado el brazo lo mejor sería cortar para no perder el resto... pero vamos que esto se lo puede decir su propio consejero de sanidad). Y lo peor no es ese discurso, un tanto rancio, ajustado a la legalidad vigente (y subrayo lo de vigente), sino que le han impuesto como línea roja para cualquier diálogo el que no puede haber ningún referéndum de autodeterminación al secretario general Pedro Sánchez. Ellos y ella hablando por todos y todas las militantes del partido que, siendo como proclaman democrático, algo tendrían que decir ¿no? Y, por otro lado, tenemos a Pedro Sánchez que, habiendo perdido las elecciones, parece el vencedor de la contienda porque todo el mundo le pone líneas rojas (baronías, El País, Podemos, etc.), pero que está demostrando más inteligencia que muchos otros del gobierno en funciones y de su propio partido. En primer lugar, tiene al menos en la cabeza una idea de federalismo que parece ser (y podría ser) una solución. Que dudo que sepan bien a que se refieren con federalismo, así sea asimétrico o simétrico, sí, pero es una opción que los demás no tienen en mente. Lo que ya es algo. Y, en segundo lugar, tiene la firma intención de establecer un diálogo con las fuerzas independentistas para solventar el problema que es algo que lo demás parecen descartar con las frecuentes alusiones a la legalidad. Es más estoy convencido de que el plantear un referéndum consultivo no es una opción que él descarte de plano.

El PSOE siempre destacó por su compromiso con las nacionalidades y los regionalismos que en estos momentos parece estar ausente. Al igual que hace el presidente plasmagórico en funciones, hay un grupo que se aferra a la defensa del estado de derecho (lo que no es malo en sí mismo) y al respeto de la democracia. Sí, como lo oyen. La Democracia. Y hacen esa defensa bajo una fórmula muy curiosa al afirmar que el devenir de la ciudadanía catalana depende de la "voluntad de toda la ciudadanía española". Esto es, de la sacra Constitución que fue votada por el conjunto de la ciudadanía española. ¡Oleeeee! A ver. Yo no voté esa constitución, y la condesa-duquesa de San Telmo por edad tampoco por cierto, así que ¿me incluyo en esa totalidad o se me asimila por derivación? Obviamente es por derivación, por aceptar la nacionalidad española (tampoco podía optar a otra ¡eh!) y, especialmente, porque parece que existe una inmutabilidad constitucional. Considerar la máxima ley de convivencia como algo sagrado es irónico en un país como España donde hemos tenido casi tantas constituciones y proyectos constitucionales como decenios ha habido desde 1800. Y todo para decir, desde el presidente del gobierno en funciones hasta la derecha del PSOE pasando por C's, que es ilegal separarse de España y solo puede serlo por la voluntad de la ciudadanía española que reside no en el parlamento sino en la Constitución. Qué vayan viendo si además de gasolina hay soldados suficientes para los tanques.

Podemos, que ha sido la única fuerza que sí apuesta por el referéndum, está en un sin vivir. Porque no saben cómo encajar la propuesta en una fórmula que sea aceptable para los medios de comunicación adversos. Aguantar que los llamen bolivarianos e izquierdosos les da rédito electoral y les ayuda a seguir en la pomada mediática. Pero que los acusen de rompe patrias no les hace tanta gracia. Además, como reconocen que ya no son 69 diputados sino 42 por sus distintas confluencias, las cuales tienen cierta deriva nacionalista e independentista, los líderes estatales están que no les llega el agua al cuello. Las mareas gallegas ya están pidiendo un referéndum para Galicia (que no estaba previsto) contraviniendo un tanto lo que habían expresado en campaña. Sobre todo cuando han afirmado que referéndum sí pero que no están dispuestos y dispuestas a que España acabe rompiéndose. Deben tener un gran dilema y de difícil encaje marketiniano que es lo que les gusta de verdad. Pero al menos han sido coherentes con sus principios y han planteado el referéndum.

Como he expresado en el título del artículo, defiendo la presentación de un referéndum de autodeterminación y van a entender el porqué. A todos esos y esas legalistas que afirman que Cataluña no se puede independizar porque sería ilegal (excluyo a los y las extremistas de la sacra Constitución y de España como una grande y libre), les recuerdo, por si no lo saben (los independentistas lo tienen muy claro), que las revoluciones no han tenido la virtud de ser legales. Y el proceso actual es revolucionario porque ya han advertido que no van a respetar la legalidad vigente en ese aspecto ni en otros. ¿Los van a denunciar al Tribunal Supremo o al Constitucional por cometer una ilegalidad? Que lo hagan que ya veremos si consiguen encarcelar a todos y todas las independentistas. Pero si es que en España, a pesar de la Ley para la Reforma Política, nos saltamos las Leyes Fundamentales del Reino para conseguir la democracia (¿Aquello de la ruptura pactada lo recuerdan?). Además, me gustaría recordarles que cuando Kosovo consiguió la independencia por un levantamiento de los "albano-kosovares" nada dijeron de que fuese ilegal extirpar a Serbia de un territorio histórico para ellos. Es más, lo apoyaron. Por tanto, insistir en lo que es obvio (la ilegalidad) como vienen haciendo desde hace cuatro o cinco años, no propiciará más que aumentar el deseo independentista. Es que parece que no lo han visto estos años ¡por favor!

Amenazar con las maldades de quedar fuera de la UE y del contexto internacional tampoco es algo que les importe a día de hoy a los y las independentistas. Ya saldrá una Venezuela, un Ecuador, un Irán y países por el estilo para reconocerlos y nombrar embajadores. La política internacional no se mueve al gusto de Rajoy o de Díaz, por suerte. Así que en diez años acabarían integrados internacionalmente y les darían legalidad internacional. La legalidad sirve poco en estos casos.

Sin embargo, la legitimidad sí es un factor importante y a tener en cuenta. Tanto la interior como la exterior. Persistiendo en el enfoque de buenos/malos, legal/ilegal las tropas independentistas, como se he ido viendo en los últimos años, aumentan su legitimidad interior para caminar hacia la independencia. Ya no es solo la falta de diálogo sino la propia obsesión legalista la que está legitimando frente a la ciudadanía catalana el proceso en sí. Es esa dicotomía y la cezarrón de la dirigencia española los que han acabado con las voces del diálogo (las famosas dos almas del catalán) y de la mayoría silenciosa catalana.. Una mayoría que, de persistir en el error, acabará en brazos de los independentistas porque no les va a quedar otro remedio. Incluso el miedo legitima a los independentistas.

¿Qué se consigue con el referéndum? En primer lugar, ser consecuentes con los valores democráticos de respeto a la voluntad de una gran parte de la población. Esto no es el cantonalismo de la I República. Pero es que el derecho de autodeterminación es también y principalmente individual como ya advertimos en un artículo anterior. En segundo lugar, reconocer, como no lo hace en sí la Constitución Española, la especificidad catalana. ¿Saben ustedes que Andalucía y la comunidad Valenciana son naciones como Cataluña, tal y como recogen sus estatutos de autonomía que fueron aprobados por el parlamento español? Seguramente no y hasta podría parecerles estúpido este juego del "y yo también". En tercer lugar, el referéndum legitimaría al Estado español en su relación con Cataluña y frente a los poderes internacionales. Si la opción del no a la independencia venciese, que es muy factible, el Estado español estaría legitimado para cualquier tipo de acción a tomar en defensa de la mayoría de la ciudadanía. Esto es, deslegitimaría a los propios independentistas. Y, en cuarto lugar, abriría puertas al diálogo y cerraría debates similares por al menos tres generaciones o más. En el caso, poco probable, de que ganase el sí, al menos habría condiciones negociadas sobre el proceso y en beneficio de la ciudadanía. Porque ahora los españoles-catalanes están vendidos totalmente. Y al final de todo ¿es realmente en la ciudadanía en quien hay que pensar por encima de intereses de partido o propios? ¿O no? Pero si es que hasta los propios independentistas están solicitando el referéndum.

Miren, las personas suelen ser más sensatas en este tipo de cuestiones que la clase dirigente, de uno y otro lado, y entenderían mucho mejor un referéndum que medidas legalistas o de otro tipo. Por desgracia estamos ante un momento en que la talla política de esa clase dirigente brilla por su ausencia. Por lo tanto, la salida será o tanques (fuerza) o referéndum. Los que aún creemos que la democracia es importante debemos potenciar el uso de la razón y evitar todo lo que estamos viendo.

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